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lunes, 23 de abril de 2012

Una Reflexión en el Día del Idioma




Por pepemedina el 22 de Abril 2012 11:09 PM
UNA REFLEXIÓN EN EL DÍA DEL IDIOMA

Las más grandes hazañas
pierden su lustre
si no se las amoneda
en firmes palabras.

Jorge Luis Borges


A los sofistas se les repudió en su época, y mucho tiempo después también; la razón: cobraban por enseñar y no eran voceros de la verdad sino de simples "artimañas" discursivas. La historia les reconoce hoy un majestuoso descubrimiento con el que sus supuestas culpas quedan expurgadas, éste consiste en explicitar la relación entre el pensamiento y la palabra.

Hoy, que celebramos el "Día del idioma", cuando uno de los problemas más urgentes que hay que solucionar en la educación es el de la relación que establecen los estudiantes entre su pensamiento y la forma de expresarlo, tendríamos que repensar esa relación que develaron los sofistas para ver que sin una coherente relación entre lo que se piensa y lo que se expresa no es posible una adecuada educación.

Me la he pasado los últimos seis años de mi vida tratando de responder el porqué de nuestra responsabilidad como profesores universitarios de corregir las deficiencias de los estudiantes en lectoescritura, cuando se debieron haber resuelto desde la primaria. Que en síntesis se traduce al uso de ese idioma que hoy celebramos.

 La cuestión sería la misma que podría plantear un profesor de lengua extranjera: en la mayoría de los casos, en nuestro país estudiamos desde la primaria, por lo general, inglés. Se supondría que al terminar la secundaria dominaríamos la lengua extranjera, pero hay casos en los que los mismos estudiantes de prestigiosos colegios bilingües tienen que salir del país a estudiar el idioma o estudiar en una institución que ofrezca cursos para la cuestión. Por eso las universidades han tenido que asumir tal responsabilidad.

 Entonces, en las materias que ofrecen los programas académicos universitarios deben proponer los cursos de lengua extranjera. He concluido que lo mismo ocurre con la lectoescritura de nuestro idioma. Desde los primeros años de educación formal se enseña la lengua materna, nuestro español, la lengua que nos pertenece, ésa en la que Neruda pronunciaba una queja y una fortuna: "se llevaron el oro pero nos dejaron el oro", nos dejaron las palabras, pero no hemos terminado de resolver el problema de no saberlas usar, sin embargo, celebramos esas palabras.

Hablamos español por una suerte, por una casualidad, porque pudimos hablar árabe o hebreo si los musulmanes y los judíos no hubiesen sido expulsados de la Península Ibérica, casualmente, en el mismo año en que Cristóbal Colón llegó a la Española y en el mismo año que se publicó la primera gramática de la lengua castellana a manos de Don Elio Antonio de Nebrija. 1492 fue el año de la marca del idioma del futuro, ése que se afincó en este lado de la tierra donde se hablaban variedad de lenguas aborígenes que hoy siguen resignándose a desaparecer. Hablamos el español por una suerte de los barcos que atravesaron el Atlántico y se toparon con tierra habitada por pueblos nativos vencidos desde el pretérito.

No me he cansado de pensar un cuento en el que los españoles son derrotados por los árabes y ellos son los que emprenden la travesía por el Atlántico y de repente hablamos árabe y cinco veces al día debemos hacer la "azalá" mirando en dirección a la meca o de repente los judíos tampoco son expulsados y ellos son los que atraviesan el Atlántico y llegan a vivir entre los aborígenes de acá, en fin. Nuestro idioma es una suerte de la historia.

Pensando hoy, en el día de nuestro idioma, me vuelvo a preguntar qué hubiese sido de la literatura en español en el siglo XX si aquí no se hubiese hablado español y veo cómo los escritores españoles actuales han asumido como referente de su literatura a Borges, Cortázar, García Máquez, Fuentes, Vargas Llosa, Cabrera Infante, Lugones, Quiroga, Lezama Lima, Neruda, Arlt, Guillén, el de Cuba, en fin, tantos que injustamente no se pueden incluir en listas como ésta. La literatura de América Latina salvó a la literatura en español de las cenizas.

Y a sabiendas que hemos hecho del español nuestro idioma, nuestra casa, las políticas sobre este idioma las sigue dictando España. A manera de multinacional española, el Instituto Cervantes es el baluarte de ese idioma, es el que certifica el aprendizaje del español en el mundo, y nosotros, como siempre, nos quedamos regodeándonos con nuestro respeto por la Madre Patria. ¿Dónde está el Instituto Caro y Cuervo? ¿Dónde quedó el Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas Dr. Amado Alonso? Para citar solo dos ejemplos. Y ante esto no queda más que observar el espectáculo de los congresos y reuniones con el que las academias de la lengua le siguen profesando el respeto a la RAE.

Un ejemplo de lo anterior lo vimos en el caso del periodista uruguayo Ricardo Soca, quien fue conminado por la multinacional Planeta a retirar de su página elcastellano.org las actualizaciones de la nueva gramática de la lengua española, intimidándolo con demandas por usar los enlaces de la página de la RAE.

 Los recursos con los que se difunde el español son públicos pero se tranzan negocios de edición y publicación con las editoriales que restringen el uso y la divulgación solo al que paga. El estudio de un idioma, hoy, como todo, es un negocio... faltará ver si el copyright llega hasta el punto en el  que los poderosos se adueñen de las palabras y tengamos que pagar el derecho para usarlas (McDonalds ya lo hace con "Me Encanta" y advierte de su derecho sobre esta frase).

Hoy, día del idioma, que celebramos que hablamos español, pero queremos de manera estereotipada aprender inglés y disque hasta mandarín, a veces nos olvidamos de lo importante que es saber pensar en español y de lo significativo que puede resultar usarlo bien, esto debería importar a aquellos que estudian, y que estudian pensado, leyendo y escribiendo en español. 

sábado, 14 de abril de 2012

Una Gran Científica



Revista Chilena de Radiología. Vol. 12 Nº 3 año 2006; 139-145.
HISTORIA DE LA RADIOLOGÍA


MARIE CURIE, UNA GRAN CIENTIFÍCA, UNA GRAN MUJER Int. Daniela García P(1), Dr. Cristián García B(2).
1. Interna 7° Año, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile.
2. Departamentos de Radiología y Pediatría, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile.



Abstract: Marie Curie and her husband Pierre, were the discoverers of radioactivity and also the polonium and radium elements. Marie dedicated thirthy five years of her scientific career to the study of this subject. With her tenacity and effort, she managed to stand out in a time where you could find sexism and xenophobia in every corner. Because of her merits she was the first person in receive two Nobel prizes: Physics in 1903 and Chemistry in 1911. For the authors of this publication it is an honor to bring this extraordinary women's life and work back to life.
Key words: Curie, Physics, Marie Curie, Marya Sklodowski, Nobel Premium , Pierre Curie, Polonium, Chemistry, Radium, Radioactivity.
Resumen: Marie Curie y su esposo Pierre, fueron los descubridores de la radioactividad, junto a los elementos polonio y radio. Marie dedicó más de treinta y cinco años de su carrera científica al estudio de esta entidad. Con tenacidad y esfuerzo logró destacarse en una época donde el machismo y la xenofobia estaban presentes en todas partes. Por sus méritos, fue la primera persona en recibir dos premios Nobel: el de Física en 1903 y el de Química en 1911. Para los autores de esta publicación es un orgullo traer nuevamente a la luz la vida y obra de esta extraordinaria mujer.
Palabras clave: Curie, Física, Marie Curie, Marya Sklodowski, Pierre Curie, Premio Nóbel, Polonio, Química, Radio, Radioactividad.



"Dejemos de temer a aquello que se ha aprendido a entender"
Marie Curie (1867- 1934)
Introducción
Marie Curie no sólo fue una brillante científica, sino también una gran mujer y una luchadora que debió vencer muchos obstáculos antes de lograr sus objetivos. Fruto de su esfuerzo, fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel y luego, la primera persona en recibir este premio por segunda vez.
Sus descubrimientos y su tremendo legado, que cambiaron el curso de la ciencia en su época, están vigentes hasta el día de hoy.
El objetivo de este trabajo es rendir un homenaje a este gran personaje. 

Marya Sklodowski
Aspectos biográficos y contexto histórico

Marya Sklodowski nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia(1). Sus progenitores eran profesores y Marya la menor de cinco hermanos. Su padre, Wladyshaw Sklodowski, estudió biología y trabajó en varios colegios pero nunca perdió la oportunidad de enseñar algo a sus hijos. Su madre, Bronislawa, directora de uno de los colegios de niñas más prestigiosos de la ciudad, también tuvo una gran influencia en sus hijos, especialmente en Marya o Manya, como la llamaban en casa(2)

La época en que transcurrió la niñez de Marya no fue fácil. A principios de 1790 Polonia había sido invadida por Rusia, Prusia y Austria, quedando Varsovia bajo ocupación rusa. La elite polaca, como protesta no violenta, impulsó la doctrina positivista de Auguste Comte(3), que consistía en estimular la educación científica y social como modo de mejorar el mundo en que vivían(2)

El padre de Marya fue un seguidor activo de esta revolución pacífica y toda la familia sufrió su patriotismo. Las autoridades rusas penalizaban cualquier subversión y se encargaban de que sus autores sufrieran las consecuencias, por lo que Wladyshaw tuvo muchos problemas para mantener trabajos con salarios decentes y los Sklodowski tuvieron que aprender a vivir en la austeridad por la falta de dinero(4)

A pesar del entorno adverso, Marya siempre logró destacarse en sus estudios por su excepcional capacidad de concentración e inteligencia; ya a los 4 años su padre le había enseñado a leer y, desde muy pequeña mostró gran interés en el estudio de las ciencias(5). Antes de cumplir 9 años, Marya y su familia tuvieron que resignarse a la muerte de Sophie, su hermana mayor y más cercana, quien falleció víctima de tifus con tan sólo 13 años de edad(6)

Pero la desgracia no abandonó ahí a la familia de Marya; en 1871 el hermano de su padre, Wladyshaw, llegó a vivir con los Sklodowski. Nadie en la familia sabía que él sufría de tuberculosis pulmonar, enfermedad muy contagiosa e incurable en esa época(2). La madre de Marya fue contagiada por su cuñado y así comenzó una de las épocas más difíciles de su vida. Su madre debía realizar viajes a regiones con climas más cálidos para recibir «la cura» y cuando estaba en casa, era separada de sus hijos para evitar contagios(2). A pesar de todos los cuidados, Bronislawa finalmente murió en 1878, cuando Marya tenía apenas 11 años(6)

Pese a todo, Marya siguió destacándose en sus estudios y determinada a seguir una carrera científica. A los 15 años se graduó con honores, como la mejor alumna de su clase(7). A pesar de sus esfuerzos no pudo cumplir su sueño de seguir estudiando, porque en esos años en Polonia estaba prohibida la entrada de mujeres a la Universidad y su familia no tenía el dinero para costearle una estadía afuera. Mostrando una generosidad asombrosa, Marya se sacrificó por su hermana Bronia que quería estudiar medicina en París. Dejando de lado sus proyectos, se empleó como institutriz para ayudar financieramente a su hermana(8). Trabajó durante ocho años, que a Marya se le hicieron eternos. 

Era muy frustrante saber que tenía todas las cualidades para ser una buena científica pero que su oportunidad se le estaba escapando de las manos. Este período le ayudó a fortalecer la paciencia, que después sería una de sus características más reconocidas. En su tiempo libre, estudió matemáticas y física por su cuenta y asistió a una de las llamadas "Universidades flotantes", creadas clandesti-namente por profesores polacos, para ayudar a los ciudadanos que no podían estudiar debido a la opresión rusa(7)

  Y su paciente espera dio frutos. Cuando su hermana Bronia terminó de estudiar, le devuelve la mano a Marya y le da dinero para poder financiar su carrera(3). Es así como en noviembre de 1891, a los 24 años de edad, abandona Polonia para dirigirse a París, a inscribirse en la Universidad de la Sorbonne como "Marie"; la versión francesa de su nombre (Figura 1)(7).



Figura 1. Marie, a los 24 años de edad, al momento de comenzar sus estudios en París.
Marie, la científica, la esposa, la madre.
A pesar de su extrema timidez, su llegada a la Universidad no pasó inadvertida para el resto de los estudiantes. Llamaba la atención por su austera forma de vestir, por sentarse siempre en primera fila y por su nombre impronunciable(9). Su rasgo más distintivo fue por mucho tiempo su bella cabellera rubia ceniza, pero a Marie no le preocupaban los muchachos y su única pasión era el estudio de las ciencias(9)

Su hermana Brosnia, casada con un médico polaco, vivía en París y le ofreció alojamiento a Marie pero ella prefirió ahorrarse las dos horas de viaje para dedicarlas al estudio y se fue a vivir al Barrio Latino, en un humilde ático(10)

Marie estaba en desventaja con respecto a sus compañeros, partiendo porque no comprendía bien el idioma(10), así es que dedicó todo su tiempo a estudiar. Dada la escasa cantidad de dinero con que contaba, muchas veces pasó hambre y frío e incluso llegó a enfermar varias veces por la falta de comida y sueño(7). Se dice que en invierno no requería de armario porque para ahorrar carbón no encendía el calentador y vestía toda la ropa que poseía para mantenerse temperada(8,9). Pero todas estas dificultades le parecían superficiales a Marie.

 Su única obsesión era aprender y ella escribía en esa época:"Todo lo nuevo que veía y aprendía me deleitaba. Era como si se me hubiese abierto un nuevo mundo, el mundo de la ciencia. Al fin se me estaba permitido el conocimiento con total libertad(2)"

Ambiciosa y autodidacta, logró graduarse como la mejor alumna de su clase en la primavera de 1893, a los 26 años de edad(7), obteniendo una licenciatura en Física. Un año después consiguió una licenciatura en Matemáticas, siendo la segunda de su clase(10).
Tan concentrada estaba en sus estudios, que en la vida de Marie no había tiempo para el amor ni menos para el matrimonio(9). Pero todas sus convicciones pasan a segundo plano cuando un amigo polaco le presentó a Pierre Curie, un joven tímido y reservado(3)

Pierre Curie (Figura 2) nació el 15 de mayo de 1859 en París, Francia(11). Su padre era médico, por lo que de pequeño recibió educación científica. También estudió en la Universidad de la Sorbonne y en 1878 obtuvo la licenciatura en Física(12). Luego se dedicó a trabajar junto a su hermano en cristalografía y también en magnetismo(8,13).

Figura 2. Pierre Curie, al momento de conocer a Marie.
Cuando Marie y Pierre se conocieron, él tenía 35 años, diez más que Marie, era soltero y también un apasionado por la ciencia. Trabajaba omo Profesor en la Escuela de Física y su prestigio lo precedía(7). En su primer encuentro en un laboratorio, Marie simpatizó inmediatamente con su rostro inteligente y distinguido y a Pierre le fascinó poder hablar usando vocablos técnicos complejos con una joven tan encantadora(9)

A los pocos meses de conocerse, Pierre ya estaba seguro de querer pasar el resto de su vida con Marie y le pidió matrimonio con las siguientes palabras:
"¿Qué sería pasar la vida el uno junto al otro? Hipnotizados con nuestros sueños: tu sueño patriótico, nuestro sueño humanista y nuestro sueño científico"(8)

Para Marie no fue una decisión fácil. Casarse significaba renunciar a su preciada independencia y probablemente tendría que limpiar y cocinar para él. ¿Podría seguir dedicándose a sus investigaciones? También le molestaba que Pierre no fuese polaco, pues ella siempre había alimentado la idea patriótica de volver a Polonia para liberarla de la opresión(2).
 
Pierre tuvo que esperarla ocho meses y Marie finalmente se percató de que eran el uno para el otro(9). Concordantes con su humilde forma de ser, tuvieron una boda muy sencilla el 26 de julio de 1895, sin fiestas, alianzas, ni vestido blanco. Después de terminada la ceremonia, ambos montaron en sus bicicletas para pasar su luna de miel recorriendo las carreteras de Francia (Figura 3)(8).

Figura 3. Pierre y Marie Curie en sus paseos en bicicleta.
Marie no dejó de lado sus aspiraciones personales y ahora la idea de un doctorado en Física ocupaba sus pensamientos. Ninguna mujer de la época había alcanzado este grado. Necesitaba de un buen proyecto de investigación para permitirle optar a la distinción. Dos acontecimientos de la época le abrieron la mente: el descubrimiento de los Rayos X por Wilhelm Roentgen y la observación de Henri Becquerel de que los minerales que tenían uranio emitían rayos(4). Marie Curie decidió investigar en más profundidad los rayos de los que hablaba Becquerel. Se instaló en un pequeño depósito en la Escuela de Física, donde trabajaba Pierre, y armó ahí su laboratorio.

 A pesar del precario ambiente, Marie logró hacer un descubrimiento cuya trascendencia jamás hubiese imaginado: notó que los minerales que contenían uranio producían rayos, pero que la magnitud de éstos no se correlacionaba directamente con la presencia del uranio, por lo que probablemente estaban presentes otros elementos aún no determinados(3). Marie llama a esta propiedad "radioactividad", término que es usado hasta hoy en día.

 Esta pequeña observación le permitió, con la ayuda de Pierre, quien había dejado de lado sus propias investigaciones para ayudar a su mujer, separar y constatar la existencia de dos nuevos elementos con propiedades radioactivas. Los llamaron Polonio, en honor de su país natal, y Radio, por su alto nivel de radioactividad(14).
 
Los esposos Curie, junto a Becquerel, recibieron el Premio Nobel de Física en 1903 «en reconocimiento de de los extraordinarios servicios que han prestado con sus investigaciones de la radioactividad, descubierta por el profesor Henri Becquerel»(15). Marie fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel. 

A pesar de la gran envergadura de sus descubrimientos, Marie y Pierre continuaban viviendo en condiciones muy modestas. La situación empeoró con la llegada de su hija mayor, Irene, y posteriormente de Eve (Figura 4).

 Los Curie se vieron obligados a tomar una de las decisiones más radicales de su vida. ¿Patentaban su descubrimiento para asegurarse un buen sustento económico de por vida o bien publicaban sus resultados para que cualquiera que quisiese seguir investigando pudiese hacerlo? Se miraron a los ojos y supieron qué hacer: optaron por la pobreza con tal de ver crecer la ciencia: "Es imposible, sería contrario al espíritu científico", argumentó Marie(9).

Figura 4. Marie Curie con sus hijas Eve (izquierda) e Irene (derecha).
Los descubrimientos no terminaron ahí. Posteriormente Pierre investiga los efectos del radio sobre su piel y nota que produce una quemadura que evoluciona rápidamente a herida.

 Estas investigaciones conllevan a que se comience a usar el radio en el tratamiento de tumores malignos, naciendo así la "Curieterapia", posteriormente llamada radioterapia(3).
Debido a sus grandes aportes, Pierre y Marie eran reconocidos y admirados mundialmente. Incluso el gobierno de Francia le dio dinero a Pierre para que le armara un laboratorio más digno a su mujer(7), pero Pierre nunca llegó a conocer ese laboratorio. 

Un día lluvioso y oscuro de abril de 1906, Pierre se dirigía de vuelta a su hogar para contarle a su esposa que el laboratorio estaba prácticamente listo, pero todos los años en que ingenuamente se expuso a los nocivos rayos no habían pasado en vano y él estaba muy debilitado. Fue así como cruzó descuidadamente una calle y fue arrollado por una carreta de caballos(14). La muerte fue prácticamente instantánea. Cuando amigos fueron a darle la triste noticia a Marie, ella sólo logró articular: "¿Ha muerto Pierre? ¿Muerto? ¿No hay ninguna esperanza de vida?"(9)

A partir de ese día, la tristeza pasó a ser parte de Marie. Cayó en una profunda depresión de la cual le costó salir, pero eso no le impidió continuar las investigaciones pendientes, encargarse de la solvencia del hogar, la educación de sus hijas y ocupar el trabajo que dejó Pierre libre en la Universidad de la Sorbonne(4), donde fue la primera mujer en tener una cátedra.

 El primer día, todos sus alumnos estaban ansiosos por saber cómo iba a comenzar la clase, pero en vez de agradecer a la institución o presentarse, Marie simplemente retomó la clase con las últimas palabras que había dicho su marido(9). Fue su forma personal de homenajearlo (Figura 5). 

Por sus grandes logros, Marie recibió un sillón en la Academia Francesa de Medicina, pero el machismo y la xenofobia estaban muy presentes en Francia, como en el resto del mundo y le fue negada la merecida entrada a la Academia de Ciencias(8). Pero no faltaban quienes sí valoraran la entrega y dedicación de Marie y por ello en 1911 recibió, por primera vez en la historia, un segundo Premio Nobel. Esta vez fue el de Química, por el descubrimiento del peso atómico del radio(14)

Con el pasar de los años, la salud de Marie fue empeorando, pero ella no parecía verlo y seguía exigiéndose el máximo a diario. Incluso, durante la Primera Guerra Mundial, junto a su hija Irene, organizaron equipos de rayos X portátiles para que los médicos pudieran atender con más precisión a los soldados heridos(4). Lograron formar 200 unidades estacionarias y 20 autos equipados con las máquinas correspondientes, que fueron conocidos como los "Petit Curie" (Figura 5).

Figura 5. Equipos de rayos X portátil (Petit Curie), utilizados durante la primera Guerra Mundial.
Marie dedicó de lleno sus últimos años al recién creado Instituto del Radio. Incluso dejó de lado su timidez y viajó a Estados Unidos para juntar fondos y continuar investigando(15). Pero llegó el día en que los 35 años de manipulación del radio, las múltiples emanaciones y los 4 años de la guerra con permanente contacto con los rayos X, cobraron su cuenta. 

En mayo de 1934, ya no pudo ignorar más la constante fatiga, los mareos y la fiebre, así que cayó en cama y no volvió a levantarse. Los médicos le diagnosticaron una leucemia con anemia perniciosa severa. El 4 de julio de 1934, a los 74 años de edad, Marie dejó de existir por culpa de su preciado radio(7).Fue enterrada junto a Pierre en una ceremonia íntima. En su honor, el Instituto de Radio pasó a llamarse Instituto Curie. 
 
Marie Curie fue una de las primeras feministas de la historia. Con su valentía, inteligencia y tenacidad logró destacarse a nivel mundial, a pesar del entorno machista que reinaba en esa época. Pero lo más destacable es que jamás perdió su humildad ni su forma sencilla de ver la vida.

 Las investigaciones que realizó con su esposo llevaron a la creación de una nueva disciplina científica: la física anatómica, con una impresionante variedad de aplicaciones: tratamientos para el cáncer, técnicas para determinar la edad de objetos y usos en biología nuclear y genética. También han dado fruto en creaciones menos gloriosas como la bomba atómica. 
 
En 1995, el gobierno francés decidió homenajearla junto a su marido "por su dedicación y entrega a la ciencia" y los restos de ambos fueron trasladados al Panteón de París.

 Hoy descansan junto al escritor Víctor Hugo y el político Jean Jaurés, entre otros. Desde ese día, la inscripción del Panteón que dice "La patria, en reconocimiento a los grandes hombres" incluye a una mujer. 

Con esta publicación hemos pretendido traer a la luz la imagen de una científica sobresaliente y también una mujer extraordinaria.

Sobre la Familia


CASO FAMILIAR
1.   ¿Quién tiene el problema?

Cuántas veces hemos oído decir “Yo soy madre- padre”: Así explican muchas personas su situación sentimental desbastada, por la intolerancia e/o incomprensión de alguna o ambas partes.

El matrimonio antes de romperse pasa por algunas etapas de intolerancia ante la diferencia de, disfrutar lo que vemos y mantener lo que tenemos.

2.   Situación de los hijos frente a la separación de los padres.

 Los hijos, generalmente padecen, el tener que decidir a quién debe querer y/o comprender más. Cuando deberían ellos ser atendidos y comprendidos.
(Sin que esto minimice sus responsabilidades ciudadanas).

3.   Lo que usted debe hacer.

A.     Razonar con su pareja las causas de sus diferencias.
B.     Buscar ayuda profesional.
C.     Procurar regalarse momentos que se disfrutaban juntos antes de…


4.  Lo que no debe hacer.
No debe culpar a otros por las diferencias que ahora encuentra y antes no observó.
Presionar a los hijos a tomar una decisión en cuanto a su situación con su pareja.
Considerar que sus hijos le pertenecen a usted y que cuanto hace por ellos les obliga a amarle más y actuar de acuerdo a los sentimientos que usted tiene para con su ex pareja.
No obligarles a estudiar lo que a usted le abría gustado estudiar.

5.  Las verdades antes anunciadas son:

En nuestro país las personas llegan al matrimonio sin un verdadero conocimiento de lo que esto acarrea.
En los programas televisivos que se presentan el divorcio y la infidelidad son parte común de la vida. Algo propio de la naturaleza humana que debe aceptarse y vivirse.
Las personas consideran que el darle a los hijos aquello que ellos, por alguna razón, no tuvieron y añoraron; hace de sus hijos mejores ciudadanos y de ellos mejores padres.
Tanto madres como padres consideran que solucionan su problema con el divorcio, una pensión y otra unión sentimental.