Revista Chilena de Radiología. Vol. 12 Nº 3 año
2006; 139-145.
HISTORIA DE LA RADIOLOGÍA
MARIE CURIE, UNA GRAN CIENTIFÍCA, UNA GRAN MUJER Int. Daniela García P(1), Dr. Cristián García B(2). 1. Interna 7° Año, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. 2. Departamentos de Radiología y Pediatría, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. Abstract: Marie Curie and her husband Pierre, were the discoverers of radioactivity and also the polonium and radium elements. Marie dedicated thirthy five years of her scientific career to the study of this subject. With her tenacity and effort, she managed to stand out in a time where you could find sexism and xenophobia in every corner. Because of her merits she was the first person in receive two Nobel prizes: Physics in 1903 and Chemistry in 1911. For the authors of this publication it is an honor to bring this extraordinary women's life and work back to life. Key words: Curie, Physics, Marie Curie, Marya Sklodowski, Nobel Premium , Pierre Curie, Polonium, Chemistry, Radium, Radioactivity. Resumen: Marie Curie y su esposo Pierre, fueron los descubridores de la radioactividad, junto a los elementos polonio y radio. Marie dedicó más de treinta y cinco años de su carrera científica al estudio de esta entidad. Con tenacidad y esfuerzo logró destacarse en una época donde el machismo y la xenofobia estaban presentes en todas partes. Por sus méritos, fue la primera persona en recibir dos premios Nobel: el de Física en 1903 y el de Química en 1911. Para los autores de esta publicación es un orgullo traer nuevamente a la luz la vida y obra de esta extraordinaria mujer. Palabras clave: Curie, Física, Marie Curie, Marya Sklodowski, Pierre Curie, Premio Nóbel, Polonio, Química, Radio, Radioactividad.
Marie Curie no sólo fue una brillante científica, sino también una gran mujer y una luchadora que debió vencer muchos obstáculos antes de lograr sus objetivos. Fruto de su esfuerzo, fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel y luego, la primera persona en recibir este premio por segunda vez. Sus descubrimientos y su tremendo legado, que cambiaron el curso de la ciencia en su época, están vigentes hasta el día de hoy. El objetivo de este trabajo es rendir un homenaje a este gran personaje. Marya Sklodowski Aspectos biográficos y contexto histórico Marya Sklodowski nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia(1). Sus progenitores eran profesores y Marya la menor de cinco hermanos. Su padre, Wladyshaw Sklodowski, estudió biología y trabajó en varios colegios pero nunca perdió la oportunidad de enseñar algo a sus hijos. Su madre, Bronislawa, directora de uno de los colegios de niñas más prestigiosos de la ciudad, también tuvo una gran influencia en sus hijos, especialmente en Marya o Manya, como la llamaban en casa(2). La época en que transcurrió la niñez de Marya no fue fácil. A principios de 1790 Polonia había sido invadida por Rusia, Prusia y Austria, quedando Varsovia bajo ocupación rusa. La elite polaca, como protesta no violenta, impulsó la doctrina positivista de Auguste Comte(3), que consistía en estimular la educación científica y social como modo de mejorar el mundo en que vivían(2). El padre de Marya fue un seguidor activo de esta revolución pacífica y toda la familia sufrió su patriotismo. Las autoridades rusas penalizaban cualquier subversión y se encargaban de que sus autores sufrieran las consecuencias, por lo que Wladyshaw tuvo muchos problemas para mantener trabajos con salarios decentes y los Sklodowski tuvieron que aprender a vivir en la austeridad por la falta de dinero(4). A pesar del entorno adverso, Marya siempre logró destacarse en sus estudios por su excepcional capacidad de concentración e inteligencia; ya a los 4 años su padre le había enseñado a leer y, desde muy pequeña mostró gran interés en el estudio de las ciencias(5). Antes de cumplir 9 años, Marya y su familia tuvieron que resignarse a la muerte de Sophie, su hermana mayor y más cercana, quien falleció víctima de tifus con tan sólo 13 años de edad(6). Pero la desgracia no abandonó ahí a la familia de Marya; en 1871 el hermano de su padre, Wladyshaw, llegó a vivir con los Sklodowski. Nadie en la familia sabía que él sufría de tuberculosis pulmonar, enfermedad muy contagiosa e incurable en esa época(2). La madre de Marya fue contagiada por su cuñado y así comenzó una de las épocas más difíciles de su vida. Su madre debía realizar viajes a regiones con climas más cálidos para recibir «la cura» y cuando estaba en casa, era separada de sus hijos para evitar contagios(2). A pesar de todos los cuidados, Bronislawa finalmente murió en 1878, cuando Marya tenía apenas 11 años(6). Pese a todo, Marya siguió destacándose en sus estudios y determinada a seguir una carrera científica. A los 15 años se graduó con honores, como la mejor alumna de su clase(7). A pesar de sus esfuerzos no pudo cumplir su sueño de seguir estudiando, porque en esos años en Polonia estaba prohibida la entrada de mujeres a la Universidad y su familia no tenía el dinero para costearle una estadía afuera. Mostrando una generosidad asombrosa, Marya se sacrificó por su hermana Bronia que quería estudiar medicina en París. Dejando de lado sus proyectos, se empleó como institutriz para ayudar financieramente a su hermana(8). Trabajó durante ocho años, que a Marya se le hicieron eternos. Era muy frustrante saber que tenía todas las cualidades para ser una buena científica pero que su oportunidad se le estaba escapando de las manos. Este período le ayudó a fortalecer la paciencia, que después sería una de sus características más reconocidas. En su tiempo libre, estudió matemáticas y física por su cuenta y asistió a una de las llamadas "Universidades flotantes", creadas clandesti-namente por profesores polacos, para ayudar a los ciudadanos que no podían estudiar debido a la opresión rusa(7). Y su paciente espera dio frutos. Cuando su hermana Bronia terminó de estudiar, le devuelve la mano a Marya y le da dinero para poder financiar su carrera(3). Es así como en noviembre de 1891, a los 24 años de edad, abandona Polonia para dirigirse a París, a inscribirse en la Universidad de la Sorbonne como "Marie"; la versión francesa de su nombre (Figura 1)(7).
A pesar de su extrema timidez, su llegada a la Universidad no pasó inadvertida para el resto de los estudiantes. Llamaba la atención por su austera forma de vestir, por sentarse siempre en primera fila y por su nombre impronunciable(9). Su rasgo más distintivo fue por mucho tiempo su bella cabellera rubia ceniza, pero a Marie no le preocupaban los muchachos y su única pasión era el estudio de las ciencias(9). Su hermana Brosnia, casada con un médico polaco, vivía en París y le ofreció alojamiento a Marie pero ella prefirió ahorrarse las dos horas de viaje para dedicarlas al estudio y se fue a vivir al Barrio Latino, en un humilde ático(10). Marie estaba en desventaja con respecto a sus compañeros, partiendo porque no comprendía bien el idioma(10), así es que dedicó todo su tiempo a estudiar. Dada la escasa cantidad de dinero con que contaba, muchas veces pasó hambre y frío e incluso llegó a enfermar varias veces por la falta de comida y sueño(7). Se dice que en invierno no requería de armario porque para ahorrar carbón no encendía el calentador y vestía toda la ropa que poseía para mantenerse temperada(8,9). Pero todas estas dificultades le parecían superficiales a Marie. Su única obsesión era aprender y ella escribía en esa época:"Todo lo nuevo que veía y aprendía me deleitaba. Era como si se me hubiese abierto un nuevo mundo, el mundo de la ciencia. Al fin se me estaba permitido el conocimiento con total libertad(2)". Ambiciosa y autodidacta, logró graduarse como la mejor alumna de su clase en la primavera de 1893, a los 26 años de edad(7), obteniendo una licenciatura en Física. Un año después consiguió una licenciatura en Matemáticas, siendo la segunda de su clase(10). Tan concentrada estaba en sus estudios, que en la vida de Marie no había tiempo para el amor ni menos para el matrimonio(9). Pero todas sus convicciones pasan a segundo plano cuando un amigo polaco le presentó a Pierre Curie, un joven tímido y reservado(3). Pierre Curie (Figura 2) nació el 15 de mayo de 1859 en París, Francia(11). Su padre era médico, por lo que de pequeño recibió educación científica. También estudió en la Universidad de la Sorbonne y en 1878 obtuvo la licenciatura en Física(12). Luego se dedicó a trabajar junto a su hermano en cristalografía y también en magnetismo(8,13).
A los pocos meses de conocerse, Pierre ya estaba seguro de querer pasar el resto de su vida con Marie y le pidió matrimonio con las siguientes palabras: "¿Qué sería pasar la vida el uno junto al otro? Hipnotizados con nuestros sueños: tu sueño patriótico, nuestro sueño humanista y nuestro sueño científico"(8). Para Marie no fue una decisión fácil. Casarse significaba renunciar a su preciada independencia y probablemente tendría que limpiar y cocinar para él. ¿Podría seguir dedicándose a sus investigaciones? También le molestaba que Pierre no fuese polaco, pues ella siempre había alimentado la idea patriótica de volver a Polonia para liberarla de la opresión(2). Pierre tuvo que esperarla ocho meses y Marie finalmente se percató de que eran el uno para el otro(9). Concordantes con su humilde forma de ser, tuvieron una boda muy sencilla el 26 de julio de 1895, sin fiestas, alianzas, ni vestido blanco. Después de terminada la ceremonia, ambos montaron en sus bicicletas para pasar su luna de miel recorriendo las carreteras de Francia (Figura 3)(8).
A pesar del precario ambiente, Marie logró hacer un descubrimiento cuya trascendencia jamás hubiese imaginado: notó que los minerales que contenían uranio producían rayos, pero que la magnitud de éstos no se correlacionaba directamente con la presencia del uranio, por lo que probablemente estaban presentes otros elementos aún no determinados(3). Marie llama a esta propiedad "radioactividad", término que es usado hasta hoy en día. Esta pequeña observación le permitió, con la ayuda de Pierre, quien había dejado de lado sus propias investigaciones para ayudar a su mujer, separar y constatar la existencia de dos nuevos elementos con propiedades radioactivas. Los llamaron Polonio, en honor de su país natal, y Radio, por su alto nivel de radioactividad(14). Los esposos Curie, junto a Becquerel, recibieron el Premio Nobel de Física en 1903 «en reconocimiento de de los extraordinarios servicios que han prestado con sus investigaciones de la radioactividad, descubierta por el profesor Henri Becquerel»(15). Marie fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel. A pesar de la gran envergadura de sus descubrimientos, Marie y Pierre continuaban viviendo en condiciones muy modestas. La situación empeoró con la llegada de su hija mayor, Irene, y posteriormente de Eve (Figura 4). Los Curie se vieron obligados a tomar una de las decisiones más radicales de su vida. ¿Patentaban su descubrimiento para asegurarse un buen sustento económico de por vida o bien publicaban sus resultados para que cualquiera que quisiese seguir investigando pudiese hacerlo? Se miraron a los ojos y supieron qué hacer: optaron por la pobreza con tal de ver crecer la ciencia: "Es imposible, sería contrario al espíritu científico", argumentó Marie(9).
Estas investigaciones conllevan a que se comience a usar el radio en el tratamiento de tumores malignos, naciendo así la "Curieterapia", posteriormente llamada radioterapia(3). Debido a sus grandes aportes, Pierre y Marie eran reconocidos y admirados mundialmente. Incluso el gobierno de Francia le dio dinero a Pierre para que le armara un laboratorio más digno a su mujer(7), pero Pierre nunca llegó a conocer ese laboratorio. Un día lluvioso y oscuro de abril de 1906, Pierre se dirigía de vuelta a su hogar para contarle a su esposa que el laboratorio estaba prácticamente listo, pero todos los años en que ingenuamente se expuso a los nocivos rayos no habían pasado en vano y él estaba muy debilitado. Fue así como cruzó descuidadamente una calle y fue arrollado por una carreta de caballos(14). La muerte fue prácticamente instantánea. Cuando amigos fueron a darle la triste noticia a Marie, ella sólo logró articular: "¿Ha muerto Pierre? ¿Muerto? ¿No hay ninguna esperanza de vida?"(9). A partir de ese día, la tristeza pasó a ser parte de Marie. Cayó en una profunda depresión de la cual le costó salir, pero eso no le impidió continuar las investigaciones pendientes, encargarse de la solvencia del hogar, la educación de sus hijas y ocupar el trabajo que dejó Pierre libre en la Universidad de la Sorbonne(4), donde fue la primera mujer en tener una cátedra. El primer día, todos sus alumnos estaban ansiosos por saber cómo iba a comenzar la clase, pero en vez de agradecer a la institución o presentarse, Marie simplemente retomó la clase con las últimas palabras que había dicho su marido(9). Fue su forma personal de homenajearlo (Figura 5). Por sus grandes logros, Marie recibió un sillón en la Academia Francesa de Medicina, pero el machismo y la xenofobia estaban muy presentes en Francia, como en el resto del mundo y le fue negada la merecida entrada a la Academia de Ciencias(8). Pero no faltaban quienes sí valoraran la entrega y dedicación de Marie y por ello en 1911 recibió, por primera vez en la historia, un segundo Premio Nobel. Esta vez fue el de Química, por el descubrimiento del peso atómico del radio(14). Con el pasar de los años, la salud de Marie fue empeorando, pero ella no parecía verlo y seguía exigiéndose el máximo a diario. Incluso, durante la Primera Guerra Mundial, junto a su hija Irene, organizaron equipos de rayos X portátiles para que los médicos pudieran atender con más precisión a los soldados heridos(4). Lograron formar 200 unidades estacionarias y 20 autos equipados con las máquinas correspondientes, que fueron conocidos como los "Petit Curie" (Figura 5).
En mayo de 1934, ya no pudo ignorar más la constante fatiga, los mareos y la fiebre, así que cayó en cama y no volvió a levantarse. Los médicos le diagnosticaron una leucemia con anemia perniciosa severa. El 4 de julio de 1934, a los 74 años de edad, Marie dejó de existir por culpa de su preciado radio(7).Fue enterrada junto a Pierre en una ceremonia íntima. En su honor, el Instituto de Radio pasó a llamarse Instituto Curie. Marie Curie fue una de las primeras feministas de la historia. Con su valentía, inteligencia y tenacidad logró destacarse a nivel mundial, a pesar del entorno machista que reinaba en esa época. Pero lo más destacable es que jamás perdió su humildad ni su forma sencilla de ver la vida. Las investigaciones que realizó con su esposo llevaron a la creación de una nueva disciplina científica: la física anatómica, con una impresionante variedad de aplicaciones: tratamientos para el cáncer, técnicas para determinar la edad de objetos y usos en biología nuclear y genética. También han dado fruto en creaciones menos gloriosas como la bomba atómica. En 1995, el gobierno francés decidió homenajearla junto a su marido "por su dedicación y entrega a la ciencia" y los restos de ambos fueron trasladados al Panteón de París. Hoy descansan junto al escritor Víctor Hugo y el político Jean Jaurés, entre otros. Desde ese día, la inscripción del Panteón que dice "La patria, en reconocimiento a los grandes hombres" incluye a una mujer. Con esta publicación hemos pretendido traer a la luz la imagen de una científica sobresaliente y también una mujer extraordinaria. |
Contenido : Síntesis de los libros de las Sagradas Escrituras, Frases célebres, Hombres y mujeres ilustres, artículos y estudios de diferentes géneros literarios, Temas educativos y las disciplinas del saber. Con el fin de ampliar y aclarar ideas presentadas en los otros blogs.
culturaeducaciónpoesíarefllexiones
sábado, 14 de abril de 2012
Una Gran Científica
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario